NUESTRO PATRIMONIO
El Modernismo
EL MODERNISMO
El Modernismo se caracteriza por ser un arte ornamental basado en una excesiva libertad de las formas, donde abundan las curvas, con suaves formas onduladas y delicadas, y donde también son frecuentes losmotivos vegetales y florales.
Este movimiento artístico encontró su expresión en formas de arte bien distintas no sólo en la arquitectura, sino también en las artes decorativas, la escultura, la pintura, las artes gráficas, la literatura, la música y demás ámbitos artísticos que pugnaban por la renovación de las formas de expresión y pensamiento.
El Modernismo estuvo asociado a las grandes familias que controlaban la economía del país. Se trataba de grupos sociales que mostraban una fuerte voluntad de progreso y vanguardia a la vez que un expreso interés por introducir la novedad en su ámbito particular y doméstico.
En la ciudad de Novelda, el desarrollo de una nueva sociedad en forma de burguesía urbana de carácter terrateniente con un alto nivel económico, político y social a partir de los beneficios obtenidos por el desarrollo de la agricultura, el comercio y las actividades financieras, dio lugar a que determinadas familias demandaran nuevos modelos arquitectónicos y decorativos. Este grupo social buscaría rodearse de formas estéticas diferentes que, a su vez, imprimieran el sello personal de la familia como signo de poder y distinción.
En referencia a los rasgos que caracterizan este tipo de casas palaciegas modernistas, sería que presentan una distribución correspondiente a tres funciones: la función social (entradas, vestíbulos, salones), la función privada (sala, comedor, gabinete, despacho, biblioteca) y la función unitaria (cocina, lavadero, aseo, baño, servicio doméstico). Esta estructura interna de la casa obviamente se complica o se simplifica según las distintas capas sociales y su respectivo nivel económico.
Curiosamente, en esta ciudad se encuentran tres de los mejores ejemplos de este estilo en tierras valencianas: La Casa Museo Modernista (c/ Mayor 24), el Centro Cultural Gómez-Tortosa (c/ Mayor, 6) y la Casa Mira (c/ San Vicente), ésta última no visitable al ser de propiedad privada.
Resumen Histórico
Resumen Histórico
Este hecho unido a sus buenos recursos agrícolas y ganaderos, han sido factores determinantes para el asentamiento humano y la convergencia y desarrollo de diferentes culturas a través de los diversos períodos históricos.
Remontándonos a la época prehistórica, el asentamiento humano más antiguo detectado en Novelda, corresponde a la Época Neolítica.
En el término son varias las cuevas encontradas con restos arqueológicos, así tenemos la Cueva de los Misterios y la Cueva del Mediodía, en la Mola, donde aparecieron varios enterramientos llevando con ellos los utensilios utilizados en vida por el difunto y que ahora formaban su ajuar funerario.
El poblamiento ibérico ha sido detectado en el llano, concretamente en el área de El Campet, formada por las terrazas del Río Vinalopó, extendiéndose por la margen derecha e izquierda del río, entre los términos de Monforte, Novelda y Aspe.
En el área de El Campet son abundantes los hallazgos cerámicos de sigillata sudgálica, hispánica y claras, lucerna de volutas, olpes, jarritos, ánforas, monedas y fíbulas. Todos ellos con una cronología que abarca desde el siglo I al siglo V d.C.
Dentro del período visigodo-bizantino, para el área de Novelda, se tienen pocas noticias, siendo a partir de mediados del siglo IX, en época ya islámica, concretamente dentro del período emiral, cuando nuevamente constatamos la presencia de una comunidad islamizada, a tenor del material cerámico encontrado en la Sierra del Zambo.
Control que a partir de mediados del siglo XI, será desempeñado por una pequeña comunidad rural asentada en la meseta suroriental de la Mola, lugar donde será edificado un magnífico castillo en el tercer cuarto del siglo XII, en época almohade.
Con la conquista de estas tierras La Mola y Novelda, pasan a formar parte del alfoz alicantino, según consta en el privilegiado dado a la Ciudad de Alicante en 1252, Alfonso X El Sabio. Pero pronto pasa nuevamente a la Corona.
Las disputas dinásticas en el reino castellano avivan las pretensiones aragonesas por el dominio del antiguo Reino de Murcia, lo que motiva el asedio de muchas ciudades, fortalezas y villas por las tropas aragonesas dirigidas por el Rey Jaime II, durante 1296-1300.
Conquistada Murcia, se firma una concordia y pacto (Torrellas-Elche, 1304 – 1305), en la que quedan fijados definitivamente los límites territoriales entre Castilla y la Corona Catalano-Aragonesa, pasando estas tierras a formar parte del Reino de Valencia.
Durante el siglo XIV, se consolida el núcleo de población cristiana de la Mola, frente al asentamiento sarraceno de Novelda, siendo estas tierras del señorio del Infante don Fernando y luego del condestable de Francia Bertrán du Glesqui, en 1366. Un año más tarde pasa a las manos de Sir Hugo de Calviley, mientras que Novelda es dada a Mateo de Gournay. En 1378, la fortaleza es dada por el rey a su esposa Sibila de Fortia, concediéndole la jurisdicción civil y criminal. Más tarde será doña Violante de Bar, quien venda Novelda y la Mola en 1393, a don Pedro Maza de Lizana, Almirante de Aragón y señor de Mogente. En 1449 se crea la Baronia de Novelda, de la que formará parte la Romana, Monovar y Chinorla.
La Villa de Novelda ve aumentada su población de cristianos viejos, frente a un contingente poblacional mayoritariamente morisco, que fue obligado a bautizarse a partir de 1565. Siendo finalmente expulsados en 1609, quedando la villa casi despoblada al marcharse más de 300 familias.
El siglo XVII, transcurre entre epidemias, sequías y malas cosechas, siendo a finales de la centuria cuando se produce una recuperación de la población que alcanza cotas de más de 200 consolidándose las mejoras en la agricultura y en la ganadería, base económica de la población.
La población dedicada no sólo a las tareas del campo, y a la ganadería, va a desarrollar una importante labor artesanal con el trabajo de la randa, que ocupaba a más de 2.000 mujeres y niñas, de una población de 7.587 almas, según el geógrafo Cavanilles.
Con la abolición de los señoríos en 1837, y la posterior desamortización, se irá consolidando una incipiente burguesía agraria y comercial, contándose en 1879, con una población que rebasa los 8.000 habitantes.
Todo ello hace que surja y se desarrolle una burguesía comercial que en contacto con su homónima catalana, de principios de siglo, impregnara a los novelderos del nuevo estilo arquitectónico y ornamental que era el Modernismo, construyéndose aquí en la ciudad, un importante número de casas esparcidas por el casco urbano de la población, que había experimentado un notable crecimiento urbanístico desde mediados del siglo XVIII. A estos años de finales del siglo XIX y principios del XX, corresponde la construcción del Casino y del Santuario de Santa María Magdalena en la Meseta de La Mola, finalizado en la década de los cuarenta.
Azafrán, Especias e Infusiones
AZAFRÁN, ESPECIAS E INFUSIONES
El origen de esta exitosa empresa se remonta a principios del siglo XIX, cuando el azafrán era uno de los artículos que comercializaban los noveldenses, que ya contaban con toda una infraestructura generada por el comercio de todo tipo de géneros y mercancía que tenían salida hacia Sevilla y Málaga para embarques destinados al mercado americano, y hacia Valencia y Barcelona para el mercado europeo. Mientras tanto, en Valencia se creó la Lonja del Azafrán desde donde se controlaba y comercializaba casi toda la producción del mismo; aunque era cultivado en Albacete y Aragón, allí es donde iban nuestros comerciantes a proveerse de la preciada especia.
La compra del azafrán en aquellas tierras era toda una aventura; de pueblo en pueblo y de casa en casa. Con los corredores que había en cada pueblo se negociaba el precio de la onza (28’75gr) y se llenaban cajas de madera para ser expedidas a los almacenes de Novelda por ferrocarril.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, la gran demanda de azafrán por parte del mercado indio, revoluciona el sector. En principio los comerciantes hindúes reciben el azafrán a través de agentes comisionistas de Marsella (Francia) y Londres (Reino Unido) lo que hace que los comerciantes noveldenses se establezcan en aquellas plazas tanto con sucursales propias como asociándose con comerciantes de aquellos países. Por estas fechas algunos noveldenses empiezan a viajar a India para conocer este fabuloso mercado, pues los hindúes consideran sagrado el azafrán y lo emplean en sus oraciones y ritos diarios.
De este modo son posteriormente las propias casas importadoras de la India las que van a contactar con los remitentes de Novelda, buscando así acceso directo al producto.
A finales del siglo XIX, se desarrolló una producción de sustitutos y sucedáneos del azafrán para poder acceder a los mercados que, por poder adquisitivo, no podían consumir azafrán en su estado más puro y aparecen las clases llamadas “mixed”, mezclas elaboradas con las partes amarillas y blancas de la planta. Es también en esta época cuando la unión de varias empresas familiares impulsa aún más el negocio, pues al asociarse varias empresas con el propósito de exportar a la India, eliminan la competencia que hasta entonces se hacían entre ellas dando como resultado un negocio más rentable.
También es la época en que, ante la necesidad de diferenciación en un mercado cada vez más competitivo, fueron apareciendo las distintas marcas con dibujos y colores más fáciles de reconocer para el consumidor final, dando prestigio y distinción a los azafranes, que comienzan a envasarse en cajitas metálicas litografiadas.
En la primera década del siglo XX, la fuerte demanda de esta especia en España hizo que el precio subiera de forma desorbitada, y apareció un sustituto mucho más económico: el colorante alimentario. Al mismo tiempo, y con la innovación de la “carterita” (envoltorio de papel en forma de sobre o cartera pequeña que lleva la dosis necesaria para dar sabor y color a una comida) , pequeños comerciantes de Novelda empiezan a salir por las distintas ciudades de España con las maletas llenas de estas carteritas de a 5 céntimos (de peseta) para su venta, con un distintivo de marca y dibujo para diferenciarlo de la competencia. Entre 1920 y 1960, estas carteritas dan lugar a la creación en Novelda de decenas de “porches” (nombre con el que se conocen familiarmente los almacenes donde se trabaja el azafrán, ya que desde antiguo se hacía en la parte alta de la vivienda habitual en espaciosas habitaciones dedicadas a esa actividad).
Estos “porches” demandan mano de obra, siendo la de la mujer la que adquiere mayor protagonismo en este sector, pues cientos de mujeres se dedicaban a liar carteritas para contribuir con otro sueldo a la economía familiar. El convenio establecía que las mujeres debían llenar y envasar un mínimo de 2.300 carteritas de azafrán o colorante en las 8 horas de jornada laboral, aunque la habilidad de la mayoría de las trabajadoras les permitía liar hasta 4.000 o más unidades al día con lo que obtenían una paga “extra”. Por aquellos años se celebraba incluso un concurso de destreza en el oficio.
A partir de 1963 se inicia en Novelda una revolución del sector con la invención de una máquina automática que llenaba 3.500 carteritas a la hora. Este invento fue obra de D. Francisco Martínez Díez, mecánico de motocicletas de Novelda, que modificó el funcionamiento de una máquina italiana hasta convertirla en una “máquina de carteritas”.
A partir de este momento, y con la evolución del consumo en los años 70 y 80, se plantean nuevos retos a los empresarios, que en la mayoría de los casos son los descendientes de los fundadores, pues tradicionalmente el negocio fue pasando de padres a hijos. Surgen nuevos envases de cristal y plástico, surge el “botecito de especias”, que también nace en Novelda, y se diversifican los productos a envasar y comercializar: infusiones, tés de todo tipo, edulcorantes, preparados sazonadores para comidas…
Y así hasta nuestros días, presentando diseños cada vez más vanguardistas, nuevos formatos y nuevos sabores, y haciendo que el comercio de las especias siga siendo uno de los principales motores de la economía de nuestra ciudad. Nuestra industria ha crecido, siendo nuestras empresas líderes en los mercados nacionales, además de estar presentes en los 5 continentes.
Han pasado más de cien años, pero los “açafraners” de Novelda no han perdido su carácter emprendedor y aventurero transmitido por sus mayores.
Texto: APRECOIN, Asociación provincial de empresarios de especias, condimentos e infusiones de Alicante.
Mármol
MÁRMOL
Hoy en día podemos sentirnos legítimamente orgullosos del hecho de que más del 90 de la producción provincial es desarrollada por las empresas extractoras y elaboradoras que se agrupan en Mármol de Alicante, Asociación de la Comunidad Valenciana, con sede en Novelda.
La importancia de este sector para la economía de la provincia, se pone de manifiesto con los 30.000 puestos de trabajo que mantiene, directa e indirectamente. A ello contribuye de forma decisiva la moderna visión del empresario del mármol que, en los últimos años, ha hecho el esfuerzo de reinvertir alrededor de 120 millones de euros, en una modernización de maquinaria e instalaciones que nos sitúa en el grupo de cabeza de las industrias tecnológicamente más avanzadas del mundo.
Gracias a este esfuerzo inversor, sumado a la calidad de sus productos y a la labor de promoción internacional, se ha conseguido que los empresarios del mármol de la ciudad de Novelda, exporten más del 60 del total que España comercializa en el exterior, situando a este sector en segundo puesto tras el tradicional liderazgo provincial del calzado.
Día a día, la Asociación trabaja en la representación y promoción en los mercados exteriores, así como en la gestión y consecución de ayudas de los organismos oficiales españoles, para llevar a cabo acciones que, de otra forma, serían difíciles de abordar.
Algunas de las actividades de promoción nacional e internacional, llevadas a cabo por la Asociación Mármoles de Alicante, son: las ediciones del «Día del Mármol»; la presencia en Ferias internacionales con stand propio; la asistencia en presentaciones y Congresos Internacionales; la edición de catálogos, videos, cd, libros y publicaciones, en la que destacamos la revista «Mármol de Alicante, Asociación de la Comunidad Valenciana» y el libro “Yo, El Mármol”, y la abundante presencia en medios de comunicación y foros académicos relacionados con la arquitectura y la construcción. En el capítulo de Formación Profesional, se vienen impartiendo diversos cursos, seminarios y conferencias, de interés para los asociados, y -además de otros logros- se gestionan eficazmente subvenciones puntuales para las empresas y para la Asociación.
La Unidad Técnica del Mármol, aporta al sector servicios de investigación, desarrollo e innovación, tan necesarios en estos momentos de dura competencia.
La creación de un vertedero y depósito de residuos del mármol como también el reciclaje de buena parte de los mismos, contribuyendo con ello al desarrollo sostenible del medio ambiente.
En general y con objetivo prioritario, se presta especial atención a todos los proyectos orientados a sensibilizar, informar y convencer a losarquitectos y otros grupos de prescriptores y compradores potenciales de los mármoles y piedras que elaboran las empresas. Se dedica un gran esfuerzo para que la industria de la piedra ornamental crezca y constituya cada más, «la piedra de toque» del desarrollo económico de Novelda y resto de la Comunidad Valenciana y, por extensión, de creación de riqueza para toda ella.
Texto: Mármol de Alicante, Asociación de la Comunidad Valenciana
Uva
UVA
En este proceso se ha acentuado la función de Novelda como capital agrario- comercial del Medio Vinalopó, y como municipio pionero en transformaciones y renta agraria.
La asunción de este tipo de agricultura de clara vocación comercial y exportadora se sitúa ya en la década de los años cincuenta, con el cultivo de la uva de mesa embolsada de la variedad «Aledo», con un sistema de cultivo muy peculiar en el que la plantación sigue los trazos rectilíneos que impone un emparrado de hilos metálicos dispuesto en «espaldera»; así mismo, cada una de las uvas es introducida cada temporada en el interior de unos sacos de papel (embolsado) que la protegen de las inclemencias del tiempo y de los tratamientos fitosanitarios, además de propiciar una coloración uniforme de la uva que adquiere tonos «amarillos céreos», muy apetecidos por los compradores. Son además estas uvas las que se consumen durante las fiestas navideñas y especialmente, en las tradicionales 12 campanadas de Fin de Año.
Con todo ello, se ha configurado un vasto espacio de regadío en uva de mesa que ha pasado de ocupar 1.000 Has. en 1960 a unas 2.100 Has. en el año 2003.